CASAS SIN GENTE Y GENTE SIN CASAS
<<Cedemos
gratuitamente piso a familia
necesitada en Gijón. Porque hoy más que nunca no podemos cerrar los
ojos a las desgracias de nuestro alrededor...» Así reza el anuncio publicado el
pasado sábado en la prensa asturiana por José e Isabel, un matrimonio de clase media que
con esfuerzo y mucho trabajo han conseguido tener una buena situación
económica.
Para esta pareja, él asturiano y ella alicantina,
en la actual situación de España hay que «contribuir a aliviar el sufrimiento que están sintiendo muchas familias»
por eso han puesto su vivienda de vacaciones, de dos habitaciones y
completamente amueblada en el centro de Gijón, a disposición de quien la
necesite sin ningún coste adicional.
«Sólo somos personas con conciencia»
Aseguran no pertenecer a ningún colectivo o
movimiento político, religioso, sindical o de otra índole, «sólo somos personas
con conciencia». Y es que para José e Isabel el suicidio
de Amaia Egaña el pasado día
9 en Baracaldo, momentos antes de ser desahuciada, fue definitivo. Eso y una
frase que José leyó y sigue dando vueltas en su cabeza «España, de aquí a unos
años será un país de
casas sin gente y de gente sin casas».
Preguntados por sus pretensiones a la hora
de hacer este gesto, este matrimonio lo tiene claro, «nosotros no somos millonarios,
las cosas nos han ido bien, ganamos dinero pero no somos mejores que muchos
otros». Son las palabras humildes de este alto
ejecutivo afincado en el País Vasco que
se formó en la Universidad
de Oviedo y completó su currículum con másteres internacionales que le han
llevado a vivir en Londres, EE.UU. o Japón, mientras que Isabel dedicó muchas
horas de estudio para obtener una plaza como funcionaria
del Estado.
Desde el pasado sábado la noticia ha
corrido como la pólvora y las redes sociales han tenido buena parte de culpa.
Muchos eran los que a través
de Twitter se hacían eco del anuncio poniendo como ejemplo de
solidaridad a este matrimonio que con su gesto pretende que bancos
y autoridades competentes tomen nota y
hagan algo con los miles de pisos vacíos mientras tantas familias están a punto
de perder su casa.
OPINIÓN PERSONAL.
A mí me parece muy bien que haya gente
tan generosa y tan solidaria. Hay muchas familias que por la crisis lo ha
perdido todo y otras que siguen teniendo mucho dinero. Las que siguen viviendo
muy bien deberían ayudar a las que están pasando apuros porque se han quedado
sin trabajo y no encuentran otro. Los bancos que se han quedado con tantos
pisos de la gente y que no los va a vender deberían dejar que fuesen ocupados
por personas necesitadas o que se los devuelvan a los que fueron sus dueños y
que no se eche a más gente a la calle.
Álvaro Santero Luna.
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